Rastreando al demonio – Leyenda Urbana

 

Los residentes de Devonshire, en la Inglaterra rural, despertaron la mañana del 8 de febrero de 1855 y descubrieron sus patios cubiertos de nieve mostrando misteriosas huellas de pezuñas, en forma de pequeños cascos de caballos, cubriendo una zona de centenares de kilómetros. y lo que era más raro, las huellos corrían en una perfecta línea recta, como si el que las hubiera dejado tuviera sólo un pie. descubiertas en dieciocho comunidades diferentes, las huellas trazaban una senda a través de campos y corrientes de agua, subiendo por las paredes e incluso por encima de los tejados. Los campesinos estuvieron tan seguros de que se trataba de los rastros del mismo Satanás que, durante mucho tiempo después, se negaron a aventurarse fuera de sus casas en cuanto había anochecido.

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