Seguro de vida premonitorio
Cuando Jaime Castell, el ejecutivo de un hotel español, despertó después de un sueño fantástico, creyó que serÃa mejor despertar también a su esposa, que estaba embarazada de seis meses, a fin de contarle todo el asunto. No existÃa necesidad de preocuparla con el conocimiento que le habÃan infundido. A fin de cuentas, la voz en el sueño mencionó de manera especÃfica al niño que llevaba en su seno, diciendo que Castell no vivirÃa para verlo. Preocupado por este sueño portentoso, Castell se apresuró al dÃa siguiente a tomar una póliza de seguro de vida millonaria, pagaderos a su esposa inmediatamente tras su muerte.
Unas semanas después, Castell volvÃa en su coche rutinariamente a casa desde el trabajo, cuando vio a un coche que se aproximaba en dirección contraria, a mas de 100 millas por hora. Mientras Castell lo observaba horrorizado, el veloz vehÃculo cruzó la calzada, choco contra el raÃl de seguridad que dividÃa los carriles de la autopista y saltó por los aires. fue la última cosa que Castell vio antes de que el coche aterrizase sobre el techo de su propio vehÃculo. Ambos conductores murieron al instante.
Con gran frecuencia, una compañÃa de seguros invalida una póliza de seguros si aparece que se tomó con el conocimiento de que el asegurado tenÃa la convicción de que estaba a punto de morirse. Sin embargo, debido a la espantosa naturaleza del accidente de Castell, la compañÃa no puso reparos en la reclamación del cumplimiento de la póliza y pagó inmediatamente como beneficiaria a la esposa de Castell.