¿Que se murió como?
Cuando el «monje loco» RasputÃn fue asesinado en Petrogrado (Leningrado) en 1916, sus asesinos primero le dieron pasteles y vino cargados con suficiente cianuro como para matar varios hombres. RasputÃn comió y bebió y no mostró que le hicieran daño. Entonces el prÃncipe Félix Yussupov le disparó al pecho y le golpeó la cabeza con un bastón lleno de plomo, y los conspiradores lo arrojaron al rÃo Neva. Cuando el cuerpo fue recuperado, la autopsia reveló que RasputÃn se habÃa ahogado.
El archiduque Francisco Fernando de Austria era un hombre extraordinariamente vano. Cuando iba a un evento de gala, se hacÃa coser a sà mismo en su uniforme de modo que no podÃa haber una sola arruga que dañara su apariencia. Desgraciadamente, el archiduque llevaba uno de sus uniformes cosidos encima cuando le dispararon en Sarajevo el 28 de junio de 1914. Fue imposible desabotonar su uniforme. Cuando se encontraron por fin unas tijeras, el archiduque se habÃa desangrado hasta quedar muerto.
Los donatistas del siglo IV, en Ãfrica del Norte, estaban tan imbuidos en la idea del martirio que detenÃan a los extranjeros y les pedÃan que los mataran. Como amenazaban de muerte a los extranjeros si éstos se rehusaban, los donatistas encontraron muy fácil conseguir el martirio.
En 1911 un sastre suburbano llamado Teichelt, que habÃa inventado una capa para volar como murciélago, según creÃa, pidió permiso para volar desde la torre Eiffel. Los propietarios de la torre dieron el permiso con desagrado, con la condición de que Teichelt consiguiera autorización de la policÃa, y de que firmara una renuncia a sus derechos, la cual absolvÃa a los propietarios de la torre de toda responsabilidad. IncreÃblemente, la policÃa dio la autorización. A las ocho en punto, una mañana helada de diciembre, Teichelt acompañado de un puñado de animadores y de fotógrafos de la prensa subió hasta el nivel de la primera plataforma, se detuvo sobre su orilla, y se lanzó a la muerte.
El depósito de cadáveres de la ciudad, en el Bronx, Nueva York, a veces está tan ocupado que los parientes de un difunto reciben un número como en una panaderÃa de barrio y esperan en fila para que se les llame a identificar su cadáver.
Unas 13,700,000 personas murieron en batalla durante la Primera Guerra Mundial. La epidemia de influenza que le siguió y duró todo un año, mató a muchos más. Cuando menos mil millones de personas enfermaron, y cuando menos murieron 20 millones.
La historia de los indios Temple Mound, del valle de Mississippi, conocidos por sus extensivos restos arqueológicos, es un misterio. En la cumbre de sus logros culturales, alrededor del siglo XVI, desarrollaron un culto apocalÃptico a la muerte, y antes de que los invasores españoles pudieran conquistarlos murieron todos los miembros de esa organización. No existe una explicación satisfactoria para su desaparición.
El tema principal de las novelas de Joseph Conrad es el efecto desmoralizador del aislamiento. Las experiencias personales de Conrad fueron la base de todo esto. Cuando Joseph, polaco de nacimiento (1857-1924), era todavÃa joven, por ejemplo, su madre se convirtió voluntariamente en prisionera polÃtica para que la familia pudiera acompañar al padre de Joseph en el destierro. El viaje en coche de Polonia a Siberia duró tres meses.
El mas grande funeral que se haya realizado en Chicago por un gángster, fue el que se hizo al intermedario de una florerÃa llamado O´Banion. La florerÃa en la esquina de las calles de State y Superior, era un frente para cubrir las operaciones de contrabando y secuestro de O´Banion. Diez mil dolientes asistieron, y la corona mas cara costo $1000 la mandó Al Capone, que habÃa ordenado que se borrara del mapa a O´Banion.
El alguacil mayor de Bannack, en el territorio de idaho (hoy Montana), y el forajido más perseguido en toda el área eran el mismo y único hombre. Henry Plummer conservaba la paz en el dÃa y encabezaba una cuadrilla de bandidos y asesinos por la noche. En enero de 1864, los vigilantes capturaron a la pandilla, y Plummer fue ahorcado.
Alguno gritó «fuego» para hacer un chiste, en una reunión de Navidad que celebraban en una mina de cobre en Calumet, Michigan, en 1913. Cundió el pánico y se perdieron setenta y dos vidas, de niños en su mayor parte.
El informe más antiguo sobre un eclipse solar se encuentra en los archivos chinos. El eclipse llegó sin ninguna advertencia, según dice la leyenda, porque los astrónomos Hsi y Ho estaban demasiado borrachos para poder hacer los cálculos necesarios. Fueron ejecutados, y son los únicos astrónomos conocidos que hayan sido ejecutados por abandono a su deber.
Uno de los asesinos más atroces del siglo XIX fue cometido por un profesor de Harvad. Cuando el Dr. John Webster de la escuela de Medicina debÃa ya al Dr. George Parkman una fuerte suma de dinero, mató a Parkman y lo desmembró, ocultando los pedazos en un pozo. Un portero suspicaz abrió el pozo y encontró los restos. Webster fue juzgado y ejecutado.
Los «thugs» fueron originalmente mÃsticos religiosos de la India. Agrupados en una sociedad secreta y consagrados a la siniestra diosa kali, realizaron incontables asesinatos rituales enroscando una cuerda alrededor del cuello de sus vÃctimas. La sociedad fue destruida en el siglo XIX.
El 12 de agosto de 1895, Minnie Dean se convirtió en la primera mujer que fue colgada en Nueva Zelanda. Su crimen fue «cultivo de niños». Adoptaba niños no deseados por determinada suma y después se deshacÃa de ellos, un «servicio» que empezó en 1889. La policÃa cayó sobre Minnie después de 6 años, y encontró que ciertamente era culpable cuando desenterraron tres cuerpos de niños en su jardÃn de flores.
De 1850 a 1880, la causa más común de muerte entre los vaqueros del Oeste americano, era el ser arrastrados por un caballo mientras tenÃan atoradas las espuelas en los estribos.
Pierre Belon (1517-64), un naturalista francés, erró por todas las riberas hostiles del Mediterráneo oriental, donde los cristianos no eran precisamente, bien recibidos, estudiando plantas y vida animal. Nunca recibió ni un rasguño. De vuelta a ParÃs, fue al Bois de Boulogne para reunir algunas hierbas y fue asaltado y muerto por unos ladrones.
Habiendo sobrevivido a un paseo en barril sobre las cataratas del Niágara, que le rompió «casi todos los huesos» de su cuerpo, en 1911, Bobby Leech se aventuró en un viaje de conferencias alrededor del mundo. En Nueva Zelanda resbaló una cáscara de plátano y murió por las complicaciones resultantes de la caÃda.
El tratamiento médico durante los siglos XVII y XVIII iba encaminando a eliminar la enfermedad de «malos humores» por medio de vomitivos, purgas y sangrÃas. El tratamiento era con frecuencia la causa inmediata de la muerte. Algunas prescripciones exigÃan «sacar» más sangre de la que se sabe ahora que existe en todo el cuerpo.
El sociólogo inglés Herbert Spencer era un darwinista que con su proceder desprestigió el punto de vista darwiniano entre la gente que sentÃa bondad, piedad y misericordia, y las consideraban virtudes. Esgrimiendo la teorÃa de la «supervivencia de los mejor dotados» Spencer declaró que la gente a la que ya no se podÃa emplear, o que eran cargas para la sociedad, se les debÃa dejar morir antes que convertirlas en objetos de ayuda y caridad.
En la antigua América, la muerte se veÃa con frecuencia como el evento más público y más digno de la vida de un individuo. Se consideraba importante «morir bien» rodeado de amigos, vecinos y parientes, testigos de las últimas palabras y los últimos deseos que serÃan atesorados como algo sagrado.
Los parsis, la comunidad de la India que promueve la educación y practica al zoroastrismo, creen que mientras más pronto se vea el cuerpo humano despojado de su carne, más pronto se verá liberado su espÃritu. Los muertos de los parsis se colocan en plataforma, torres de silencio, donde son despedazados rápidamente por los buitres.
Después de que la revolución de los gladiadores dirigÃa por Espartaco fue sofocada en el año 71 A.C., no menos de 6 000 esclavos recapturados fueron crucificados en miles de cruces plantadas a todo lo largo de la principal carretera romana, la VÃa ApÃa.
La ciudad-estado griega Tebas sufrÃa ya hacÃa cuatro años bajo el yugo de los espartanos, cuando un pequeño grupo de varones tebanos vestidos como mujeres se unió a una bacanal que ofrecÃan los comandantes espartanos. Las «mujeres» sacaron sus cuchillos y asesinaron a sus huéspedes y los espartanos abandonaron el territorio alrededor del año 379 A.C. El caballo de Troya con otro nombre
Cada dÃa en los Estados Unidos, cerca de cien personas con más de catorce años se suicidan; un 50% «salto» en la última década.
Las quemaduras, son la segunda causa de pérdidas de la vida en los Estados Unidos, superadas sólo por los accidentes de tráfico. Hay unas 6,000 quemaduras fatales por año.
Francis Bacon (1561-1626), el campeón isabelino del método cientÃfico, murió al buscar un modo mejor de preservar la comida. Se resfrió gravemente mientras trataba de conservar un pollo rellenándolo de nieve.