El soldado fantasma
Me llamo Diego y soy de Saltillo. Tengo ahora 31 años y esto me sucede desde que tenÃa como 10 años. Mi padre fue soldado y le gusta coleccionar armas antiguas. En una ocasión un amigo suyo le trajo un viejo rifle que dicen fue utilizado en la Segunda Guerra Mundial, mi papá orgulloso del regalo de su amigo lo colocó en la parte alta de una repisa para que nadie lo tocara dado que era el más valioso de su colección.
Desde que el rifle llegó a casa empezaron a pasar cosas raras. Una noche yo escuché ruido en la habitación donde papá tenÃa las armas y al entrar vi a un hombre parado en la ventana, era de piel negra y muy alto, vestido de militar.
Lo vi en la oscuridad y al encender la luz el soldado ya no estaba. Le grité a mi padre y dijo que eran figuraciones mÃas. A partir de ahà lo veÃa seguido rondando por la casa y siempre que lo veÃa el rifle se caÃa al suelo. Papá llegó a pensar que yo lo bajaba pero era solo un niño y no lo alcanzaba. Los años fueron pasando y yo me acostumbré a ver al soldado negro por la casa. Nadie lo veÃa solo yo.
Mis padres y hermanos mayores decÃan que era “mi amigo imaginario†y se reÃan de mà y con el tiempo dejé de temerle y cada que lo veÃa optaba por ignorarlo.
Luego una noche mi padre lo vio también, dijo que entró al cuarto y no encontró su rifle en la repisa y al entrar al mÃo a reclamarme si lo habÃa tomado, vio al soldado sentado en el piso junto a mi cama con el arma en la mano. Papá al verlo casi se infarta y a partir de ahà ya nadie me hizo burla.  Todos lo respetaban porque parecÃa que me cuidaba, cuando yo estaba estudiando decÃan que lo veÃan a veces sentado junto a mÃ. Empezó a formar parte de la casa, cuando oÃamos ruidos en el cuarto de armas ya nadie decÃa nada, sabÃamos que era él.
Cuando estaba en la prepa, una noche unos amigos me invitaron a una fiesta, serÃa en un rancho más allá de San Antonio de las Alazanas en una cabaña, yo me arreglé y me dispuse a esperar a mis amigos, cuando llegaron por mÃ, venÃan en una camioneta, tres adelante y dos atrás. HacÃa mucho frÃo y al escucharlos que llegaron por mÃ, tomé mi chaqueta e iba a salir de mi cuarto cuando de pronto vi al soldado parado en la puerta, con las manos obstruyendo el paso y movÃa su cabeza en señal de que no saliera.
Yo le tuve miedo pero le dije que me dejara pasar, creà que podÃa traspasarlo pero al querer salir topé como con una helada pared, no me dejó salir de la habitación. Me asomé y les grité a mis amigos que mejor no irÃa que se fueran. Un poco molestos por mi cambio de opinión se fueron y yo me quedé con mucho miedo pero enojado a la vez.
De rato llegaron mis papás y me preguntaron que porqué no me habÃa ido a la fiesta y les conté que “El Sorcho†como le decÃamos no me habÃa dejado salir. Ellos me dijeron que por algo serÃa, que mejor me quedara en casa y asà fue.
A la mañana siguiente el hermano de uno de mis amigos vino a avisarme que mis cuates habÃan tenido un accidente. Se habÃan volcado en “Los Chorros†y dos de ellos habÃan muerto.
Al enterarse mis padres supieron que el soldado me habÃa salvado tal vez de la muerte, puesto que yo viajarÃa en la parte de atrás de la camioneta junto con los que hoy estaban muertos.  Fuente
Oh yeah, fauluobs stuff there you!