Rescate Extracorporal
Tras permanecer en el mar durante semanas, un buque británico que habÃa zarpado de Liverpool, en Inglaterra, alcanzaba a través de las heladas aguas del Atlántico Norte, en dirección a Nueva Escocia, en 1828, cuando el piloto, Robet Bruce encontró a un desconocido en el camarote del capitán. El hombre, del que Bruce sabÃa que no era miembro de la tripulación, estaba escribiendo en la pizarra. Sospechando que el que emborronaba aquello era un polizón, Bruce se apresuró a ir en busca del capitán. Cuando los dos hombres regresaron al camarote, el desconocido ya no se encontraba allÃ, pero habÃa dejado un mensaje en la pizarra que decÃa: «Timón al noroeste.»
Tras llamar a todo el mundo a cubierta, el capitán ordenó que cada cual escribiese el mensaje, pero ninguna caligrafÃa concordaba con la del desconocido. Pese a todo, el capitán creyó que serÃa aconsejable seguir la misteriosa sugerencia y mandó que se alterase el rumbo del navÃo.
No mucho después de que el capitán hubiera ordenado poner el timón al noroeste, el vigÃa del barco divisó otra nave, que al parecer se habÃa empotrado en los hielos del frÃgido Atlántico Norte. cuando todos sus pasajeros fueron llevados a bordo del buque británico, Bruce localizó a un hombre que se parecÃa al que garrapateara en la pizarra del camarote del capitán. Se comprobó su caligrafÃa y, con bastante seguridad, se avenÃa con la de la pizarra.
Según el pasajero del buque atrapado entre los hielos, se quedó dormido poco después de que el navÃo quedara preso en los hielos. Al despertar, tuvo la segura impresión de que serÃan rescatados. Evidentemente, aquel hombre habÃa tenido una experiencia extracorporal, proyectándose en el barco británico para entregar la llamada de SOS.