El Ciego
Un ciego mendigaba en el camino que lleva a La Meca, cuando se le acercó un piadoso musulmán y le preguntó si la gente le daba limosna generosamente, como manda el Corán. El hombre le enseñó el recipiente, casi vacÃo. Dijo entonces el visitante:
– Déjame que escriba en el letrero que cuelga de tu cuello.
Horas más tarde, volvió el visitante. El mendigo estaba sorprendido, pues habÃa recibido una cantidad enorme de dinero.
– ¿Qué es lo que escribió en el letrero?- preguntó.
– Tan solo escribÃ: «Hoy es un hermoso dÃa de primavera, el sol brilla y yo soy ciego.