Extrañas Coincidencias

Todos hemos experimentado alguna vez alguna casualidad o coincidencia que nos han asombrado momentaneamente y al cabo de algunos días hemos olvidado.  Muchas personas experimentan coincidencias tan asombrosas, que jamás las pueden olvidar.

Perseguido por el destino 1
En 1893, el tejano Henry Ziegland abandona a su novia. El hermano de la joven, indignado, decide vengarse, por lo que va a buscarlo y le dispara. El huidizo novio logra escaparse y la bala queda incrustada en un árbol cercano. Veinte años más tarde, Ziegland quiere cortar el árbol, prueba con un hacha y con una sierra, pero le resulta muy trabajoso y decide utilizar dinamita. Cuando se produce la explosión, la bala sale despedida y lo mata en el acto.

Perseguido por el destino 2
Un industrial argentino tiene que viajar desde Buenos Aires a San Carlos de Variloche. Tiene un sueño donde ve que el avión en el que viaja se estrella. Se lo comunica a su mujer y a su socio, y les dice que no quiere viajar en avión. Ambos le trasmiten la misma impresión de incredulidad, pero le dejan a su elección el modo de desplazarse. Decide irse en coche. Cuando está a medio camino escucha por la radio que el avión en el que iba a viajar se ha estrellado. Respira aliviado por su acertada elección, pero el destino no parece compartir su alegría, a pocos kilómetros del lugar, su auto pierde estabilidad y termina colisionando con otros veículos. El hombre fallece inmediatamente.

Un milagroso desenlace
En 1950, en Beatrice, un poblado del Estado de Nebraska, los miembros de un coro religioso acuden todos los días a las siete y veinte de la tarde al ensayo diario. El día 1 de marzo los quince miembros del coro se retrasan por un motivo u otro. Un fallo en la caldera hace estallar la iglesia a las siete y veinticinco de la tarde. Todos salvan milagrosamente su vida por haberse retrasado.

Extraña coincidencia en Bermudas
Un taxista de las islas Bermudas atropella a un chico que va en una motocicleta. Cuando sale horrorizado del coche descubre estupefacto que es la misma motocicleta con la que había tenido un percance el año anterior, que el chico que la conducía era hermano del que atropelló en esa ocación y que el pasajero que lleva en el taxi es el mismo que llevaba en aquel momento.

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