!Ah que Jack tan tarugo!

En Francia, Jacques LeFevrier quiso asegurarse de su muerte cuando intentó el suicido. Fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga. Amarró la otra extremidad de la soga a una roca grande.

Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse al último momento. Saltó al precipicio y se disparó al mismo tiempo. La bala no lo tocó pero al pasar cortó la soga sobre él. Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar. El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno.

Un pescador caritativo lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió… de hipotermia.

3 pensamientos sobre “!Ah que Jack tan tarugo!

  1. jajajajaj q joder.. si no es el momento no pasará … todo esta escrito 😀
    es interesante leer ¿sabias esto? gracias charlie

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