Oso Polar – Mitos y Leyendas Urbanas
Dice el mito, que cuando el oso polar acecha a su presa en medio de una helada superficie de blanco hielo, cubre su oscura nariz y facciones de la cara con la garra derecha, mimetizándose con el entorno y asegurándose un acercamiento exitoso a la presa. También suelen entrecerrar los ojos para hacerlos más pequeños y perfeccionar su camuflaje. De este modo, una vez cerca de la presa, le asesta el ataque con su garra izquierda.
Según el biólogo canadiense Ian Stirling, que ha observado durante mucho tiempo a los osos polares, nunca ha visto cubrirse a ninguno de ellos la nariz. De hecho, parecen usar la garra derecha o izquierda indistintamente.
Otro mito que nos desmiente Ian, es que los osos utilizan herramientas, como trozos de hielo, para cazar sus presas. Al parecer, esta creencia puede estar basada en el comportamiento furioso, donde el oso golpea la nieve o atiza trozos de hielo en sus incursiones de caza fallidas.
Más mitos, como el que asegura que el pelaje del oso polar conduce la luz ultravioleta a su oscura piel, capturando la energÃa y proporcionarle calor. En este caso desmentido por el fÃsico Daniel Koon.
Otro mito más reciente, asevera que el oso polar mantiene una relación simbiótica con el zorro ártico, en la que se mantiene un intercambio de comida a cambio de aprovechar el sistema de alerta del zorro. Esta asociación ha sido desacreditada por los zoólogos. Si bien es verdad que el zorro ártico viaja ocasionalmente en la retaguardia del oso polar y se alimenta de las sobras que come este, nunca le sirve como un “zorro guardaespaldasâ€.
No sólo esta relación no es simbiótica, sino que incluso los pequeños zorros a veces molestan a los osos. Un zorro ártico, algunas veces tomará el pelo a un oso al morder sus pezuñas e intentará desviarlo de sus presas. Por su parte, el oso polar ocasionalmente embestirá o golpeará un zorro. Y lo que es más, durante la época primaveral, cuando tanto el oso polar como el zorro ártico cazan cachorros de foca, la relación se puede considerar competitiva.
Otro mito concierne a si las orcas son capaces de cazar un oso polar. Según Ian Stirling, aunque una orca tiene posibilidad de atacar a un oso que esté en un saliente de hielo, dicho encuentro serÃa excepcional. A dÃa de hoy, nunca ha sido observado. Esta aseveración está apoyada asàmismo por el biólogo Scott Schliebe.
Otra creencia errónea, es que los osos polares viven en ambos polos de la Tierra. Esta creencia está apoyada por la cultura general escolar, donde los niños crecen viendo ilustraciones donde los pingüinos y los osos conviven juntos. Los osos polares, viven sólo en el cÃrculo polar Norte y nunca se encuentran con los pingüinos, que no viven en las mismas regiones que el oso polar.
que bonito
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