Diez cosas que no sabÃas de Miguel Ãngel
El reconocimiento le llegó pronto. Miguel Ãngel esculpió tanto La Piedad como el David antes de los 30 años.
Terminó en la Capilla Sixtina por Rafael, aunque no según lo planeado. Según la leyenda, Rafael le pidió al arquitecto Donato Bramante que convenciera al papa Julio II para que Miguel Ãngel adornara las paredes y los techos de la Capilla Sixtina. Pero el propósito secreto de Rafael era que, al ver los frescos de Miguel Ãngel y compararlos con los suyos, todos se darÃan cuenta de la superioridad de su talento. El plan no funcionó: sus contemporáneos aplaudieron a Miguel Ãngel y Rafael por igual.
Su apodo. Modestamente, “Il Divinoâ€.
También poeta. Las artes visuales fueron la fuente de reconocimiento para Miguel Ãngel, pero también incursionó en la poesÃa de tipo amoroso y erótico, sobre todo con composiciones netamente renacentista como el soneto y el madrigal. Aquà un ejemplo en traducción de L. A. de Villena: «No tiene el gran artista ni un concepto/ que el mármol en sà no circunscriba/ en su exceso, mas solo a tal arriba/ la mano que obedece al intelecto./ El mal que huyo y el bien que prometo, / en ti, señora hermosa, divina, altiva,/ igual se esconde; y porque más no viva,/ contrario tengo el arte al deseado efecto./ No tiene, pues, Amor ni tu belleza/ o dureza o fortuna o gran desvÃo/ la culpa de mi mal, destino o suerte;/ si en tu corazón muerte y piedad/ llevas al tiempo, el bajo ingenio mÃo/ no sabe, ardiendo, sino sacar de ahà muerte».
Falsificador. En cierta forma, el genio y el talento son también la base del engaño. Miguel Ãngel manipuló de tal modo una escultura suya de Juan el Bautista para que uno de los Médici, Lorenzo di Pierfrancesco, banquero y polÃtico, que éste logró venderla como si se tratara de una pieza antigua. El comprador descubrió el timo pero quedó tan impresionado por el fraude que incluso invitó a Miguel Ãngel a Roma.
Su contribución a la guerra. Como ArquÃmedes en el sitio de Siracusa, Miguel Ãngel también tuvo participación en un conflicto armado, en su caso ayudando a fortalecer la ciudad de Florencia durante los disturbios ocurridos a partir de 1527 y hasta 1529, cuando el pueblo defenestró el gobierno de los Médici.
Su proyecto más largo. Sorprendentemente, Miguel Ãngel pintó los frescos de la Capilla Sixtina en sólo 4 años, pero la tumba de quien lo llevó ahÃ, el ya mencionado papa Julio II, fue un proyecto que finalizó después de haber trabajado en él durante 40 años, una labor que culminó de manera épica, con su Moisés como sello distintivo.
Arquitecto. Ya septuagenario, Miguel Ãngel recibió el encargo de diseñar la BasÃlica de San Pedro, el cual realizó pero no pudo ver terminado.
La censura. Como habitualmente ha sucedido con los grandes artistas, la censura persiguió a Miguel Ãngel durante su vida, especialmente cuando la Iglesia Católica lanzó la Contrarreforma. En el caso de sus obras, mandó cubrir las partes pudendas de los hombres y mujeres mostrados. En esta prohibición destaca el caso del Cristo della Minerva, cuya genitalidad fue disimulada tras una hoja de parra que se mantiene hasta la actualidad.
La primera biografÃa de un artista. El género biográfico nació para los artistas con Miguel Ãngel: su biografÃa, escrita por Giogio Vasari, fue fundacional para los artistas pues antes nunca nadie se habÃa preocupado por preservar testimonio de la vida de uno de ellos.