Enterrados Vivos
Li Xiufeng
En la ciudad de Beiliu (China), una mujer de 95 años sorprendió a sus familiares y amigos al salir de su ataúd, impulasada por el hambre, seis dÃas después de que todos la creyeran muerta. Una mañana, la nieta de Li descubrió que su abuela no respondÃa a la llamada para el desayuno, creyendo que se habÃa quedado dormida, fue a despertarla. La sacudió y le habló sin obtener respuesta, fue entonces cuando inició junto con su hijo los preparativos para el funeral de la señora Xiufeng.
Según la tradición, el ataúd debe permanecer en su casa varios dÃas antes del entierro, para que los familiares y amigos puedan presentar sus últimos respetos.
Una semana después de «la muerte» y un dÃa antes de que la señora fuese enterrada, su nieta se asomó al ataúd y lo encontró vacÃo. La mujer buscó ayuda entre los vecinos, emprendiendo una búsqueda inmediata por los alrededores. AsÃ, encontraron a la nonagenaria mujer en su cocina, preparando la comida.
«Dormà por mucho tiempo. Después de despertar, sentà mucho hambre y viene a cocinar algo para comer. Empujé mucho la tapa antes de poder salir «, dijo Xiufeng.
Los médicos que la examinaron después del incidente, dijeron que la mujer sufrió una muerte artificial, durante la cual se pierde la respiración, pero la temperatura corporal se mantiene.
La tradición china le salvó la vida, pero también la dejó sin nada, ya que cuando una persona muere, la costumbre del paÃs obliga a quemar sus pertenencias.
Rosario ZuazagoitÃa
Cuando Rosario murió, en 1832, su hermana Carmen -quien después se casó con el viudo-, le ató las manos con un pañuelo, para simular que estaba rezando.
Cuando Carmen falleció, unieron sus restos con los de Rosario para introducirlas después en el mausoleo familiar. Al abrir la tumba, encontraron sus manos desatadas, su cuerpo en otra posición, incluso se hallaron trozos de uña incrustados en la urna.
Madame Bobin
imageEsta señora, fue diagnosticada con fiebre amarilla en 1901, cuando regresaba a Gran Bretaña a bordo de un barco.Estaba embarazada y volvÃa de un viaje a Senegal. Bobin fue puesta en cuarentena y dada por muerta cuando los músculos se le pusieron rÃgidos y la cara le palideció.
Poco tiempo después del entierro, una enfermera del hospital donde pasó la cuarentena le dijo al padre de Bobin que el cuerpo de su hija no estaba frÃo y que en su abdomen habÃa músculos trémulos, y que a ella le parecÃa aún con vida cuando fue declarada muerta . Los restos se exhumaron y se descubrió el cadáver de un recién nacido muerto por asfixia. La autopsia reveló también que Bobin falleció de asfixia y que no habÃa contraÃdo fiebre amarilla.
La Señora Blunden
La señora, era esposa de un comerciante de malta, estaba afincada en Basingstoke (Inglaterra).
En 1674 fue encontrada en el suelo, pálida y frÃa. A su lado encontraron una botella de brandy y un frasco de adormidera. Llegaron a la conclusión de que habÃa fallecido debido a la ingesta masiva de adormidera.
El marido estaba fuera y no llegó ni al funeral ni al entierro, que fue en el cementerio de Hampshire.
Al dÃa siguiente, unos niños jugaban cerca del camposanto y empezaron a oÃr golpes que procedÃan de alguna de las tumbas. Corrieron al pueblo, pero nadie les creyó. Asà que, fueron solos a comprobar de dónde procedÃan los ruidos, descubriendo que eran de la recién enterrada Sra. Blunden.
Los niños volvieron al pueblo y esta vez un alguacil les acompañó, pero ya no se oÃa nada. El asunto llegó a los oÃdos de su marido, que acababa de llegar a la ciudad, y éste obligó al alcalde a que diese la orden para la exhumación del cadáver. Asà se hizo, y la señora Blunden apareció con magulladuras, tenÃa los nudillos y las manos llenas de arañazos y heridas. Las autoridades decidieron volver a enterrarla y al dÃa siguiente volvieron y trasladaron el cadáver al forense local y para realizarle un examen post-mortem .
La señora Blunden no estaba muerta, sino en estado de shock. Cuando volvieron a exhumar el cuerpo, descubrieron que el cadáver estaba más magullado que el dÃa anterior. TenÃa las muñecas rotas y las uñas estaban clavadas en la parte superior del ataúd, además tenÃa el rostro desencajado.
Hubo un juicio y varias personas fueron acusadas de su muerte y la ciudad fue multada por negligencia.
Mujer desconocida
En diciembre de 1877 , la «Gaceta Médica Británica» publicó un artÃculo sobre el caso de una mujer desconocida quien fue enterrada en una fosa común. DÃas después del suceso, la tierra que tenÃa encima fue removida para sepultar ahà otro cuerpo y se observó que la manta en que el supuesto cadáver de la desconocida estaba envuelto se hallaba totalmente rasgado. La mujer incluso se habÃa roto las extremidades tratando de salir de allÃ.
Curiosidades
Los ataúdes de seguridad son ataúdes con sistemas de seguridad por si a alguna persona la enterraran viva accidentalmente.
En 1897, el conde Karnice-Karnicki de Bélgica patentó un sistema de rescate que mecánicamente detectaba movimiento en el pecho que accionarÃa una bandera, una lámpara, una campana y aire fresco. En Gran Bretaña se desarrollaron varios sistemas para salvar a los enterrados vivos, incluyendo paneles de cristal rompibles en la tapa del ataúd y sistemas de poleas que alzarÃan banderas en la superficie.
En 1995, un fabricante italiano de ataúdes introdujo un modelo con un sistema de intercomunicación y un mensáfono.
George Washington temÃa ser enterrado vivo, en su lecho de muerte, hizo que sus sirvientes prometieran no enterrarle hasta tres dÃas después de su muerte.
En 1822 el doctor Adolf Gutsmuth fue enterrado vivo varias veces para demostrar la seguridad de un ataúd que el diseñó. Una vez el se quedo bajo tierra por varias horas y comió una cena de sopa, salchichas y cerveza que le fue entregada a través del tubo de alimentación del ataúd.
imageEn el siglo XIX, el doctor Timothy Clark Smith de Vermont estaba tan preocupado sobre la posibilidad de ser enterrado vivo que arreglo ser enterrado en un ataúd especial que incluÃa un tubo de reparación y una ventana de vidrio en su lapida que le permitirÃa ver a la superficie desde 3 metros bajo tierra.