Hitler fue un vagabundo, pintaba acuarelas y tenía amigos judíos

El ‘Führer’ tenía un padre borracho que llenó su infancia de palizas, fue un estudiante mediocre que perdía el tiempo dibujando, y cuando pensó que sus dibujos valían algo, quiso entrar en la academia de Bellas Artes y le cerraron las puertas todas las veces que lo intentó.

Tenía muchos complejos (uno sexual que le impedía acompañar a sus amigos en conversaciones eróticas o visitas a clubes de alterne). Era un chico frustrado y sin un duro, se convirtió en un mendigo por las calles de Viena durmiendo en bancas, pasando frío y haciendo cola para comer en la caridad.

Pudo salir un poco del escollo vendiendo postales que hacía con sus propias acuarelas, y que compraban precisamente empresarios judíos que se compadecían de él. De hecho tenía muchos amigos judíos según Hanisch.

Jamás mencionó este pasado, incluso mintió como un bellaco en su libro ‘Mein Kampf’ donde afirmó haber sido obrero de la construcción.

Su vida (y la de la humanidad) cambió al recibir una pequeña herencia de su padre con la que se compró ropa y zapatos, un billete a Munich y se alistó en el ejército alemán. Diez años mas tarde ya daba tremendos discursos antisemitas en las cervecerías de Munich…y el resto de la historia ya la conocemos.

Este es un ejemplo de un dibujo de Hitler

 

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